Formas de mejorar la motivación en la empresa
Para la mayoría de las empresas, los éxitos y fracasos trimestrales se analizan a través de los márgenes de beneficio, las hojas de cálculo y la gestión del tiempo. Pero, aunque las estadísticas cuentan una buena parte de la historia, una empresa debería profundizar un poco más en la psique de su negocio y, lo que es más importante, ¿cuál es el nivel de moral de los empleados en su estado actual?
Si bien es necesario estar en el punto como director general con sus supervisores, y ellos posteriormente con sus departamentos también, no debe ser complaciente con la forma de presentar su empresa tanto a corto como a largo plazo. Los empleados tienen que sentirse motivados más allá de las habilidades que aportan a la empresa.
No es necesario mimarles día a día, pero una sacudida en la rutina diaria de vez en cuando puede hacer maravillas.
He aquí 10 maneras de hacerlo.
1. Haga una encuesta: Envíe un boletín informativo a toda la empresa en el que se detalle exactamente lo que piensan sus empleados sobre su trabajo diario. ¿Qué cambios son necesarios? ¿Qué podría añadirse para que los días parezcan más espontáneos y, al mismo tiempo, productivos?
2. Observe sus incentivos actuales: ¿En qué medida está recompensando el trabajo duro? Si su empresa va bastante bien y tiene suficiente margen de maniobra para repartir bonificaciones, considere la posibilidad de cambiar un poco la apuesta. Tal vez, en lugar de ofrecer dinero en efectivo, ¿por qué no incluir unas minivacaciones a algún lugar razonablemente agradable? O si le basta con el dinero en metálico (y la mayoría de los empleados estarían de acuerdo con ello), endulce el bote abriendo más vías para que los empleados saquen provecho de un buen día de trabajo.
3. Tener una mentalidad más comunitaria: A veces, la creación de un ambiente demasiado autónomo hace que, con el tiempo, los empleados sientan que no forman parte del conjunto, aunque sí lo hagan. Puedes construir una mejor base de equipo fomentando más opiniones sobre un proyecto en lugar de limitarlas. Incluso si la idea final está un poco fuera de lugar, el hecho de que se les permita participar no sólo aumenta su confianza, sino que expande sus jugos creativos.
4. Elogie a quien corresponda: No importa si se trata de una persona o de un grupo entero, elogiar a su personal por un trabajo bien hecho debería ser una obviedad. No estamos hambrientos de atención ni mucho menos, pero escuchar una buena palabra de vez en cuando nos levantará el ánimo. Y para ser honesto, no me gusta la placa de «empleado del mes». Una felicitación formal, un correo electrónico o un apretón de manos en persona son suficientes.
5. Establezca mejores expectativas: Desafiar a toda la oficina a lograr cosas más grandes es probablemente la forma más fácil de motivación que existe. Pero hazlo de forma realista, porque si ofreces un plazo laberíntico para un proyecto, lo más probable es que te arriesgues a que los empleados se agoten poco después.
6. Acepta las oportunidades de servicio a la comunidad: Retribuir a la comunidad no sólo es lo correcto, sino que también nos hace sentir bien por dentro. Propón diferentes formas de ir por la ciudad para ayudar a la comunidad. Puede ser algo tan simple como iniciar una colecta de alimentos, hacer una recaudación de fondos única o pensar en algo mucho más a largo plazo. Al final, estarás levantando el ánimo de todos y creando una mayor unidad dentro de las filas.
7. No sea intenso en todo momento: Los directores y supervisores están ahí para dirigir y controlar porque los departamentos deben estar bien dirigidos para garantizar que se cumplan los plazos y se respondan las preguntas. Sin embargo, eso no significa que deban ir por ahí todos los días gritando y reprendiendo a su personal para que avance con cada segundo que pasa, día tras día. Conozca sus límites y cuándo es el momento adecuado para aplicar un poco de presión. Los empleados saben que deben ser responsables, pero también necesitan espacio para respirar al mismo tiempo.
8. No deje de lado la formación: Mantener a sus empleados al día con el panorama siempre cambiante de la industria es vital. Por eso, establecer regímenes de aprendizaje eficaces fuera del seminario de formación básica al principio es una buena idea. Tanto si se trata de instruirles en nuevos programas informáticos como en la forma de abordar un proyecto, el hecho de no dormirse en los laureles beneficiará a todos los implicados.
9. Examine el diseño de su oficina: ¿Se sienten los empleados como sardinas en lata dentro de su cubículo? ¿La sala de descanso refleja lo mismo? En esencia, compruebe si una pequeña remodelación le dará un poco más de libertad creativa y, lo que es más importante, un ambiente relajado en su conjunto.
10. Reducción del tiempo de las reuniones: Al reducir el tiempo de las reuniones de toda la empresa, se permite una mejor gestión del tiempo en el aspecto productivo. Los empleados pueden centrarse más en sus objetivos y, además, no sería mala idea reducir el número de días a la semana para reunirse. Planifique qué reuniones son más importantes, si deben centrarse en determinados departamentos, etc.
Aunque la empresa piense que ha contratado al personal más productivo y con más energía, la motivación individual es un animal totalmente diferente. Una vez que la monotonía se convierte en la norma y no en la excepción, el enfoque de su empresa puede empezar a tambalearse con ella si la estructura y el ambiente de la oficina no son receptivos al cambio.