Ramificaciones del mal liderazgo y cómo resolverlas
Desde la distancia, puede parecer que el éxito en los negocios es un 70% de trabajo duro, un 20% de tácticas inteligentes y un 10% de pura chulería. Sin embargo, por dentro, las cosas son un poco diferentes. Como saben todos los propietarios y ex propietarios de empresas, lo que realmente importa es la salud de los trabajadores. Los trabajadores son el corazón palpitante de cualquier empresa y, si no se aprovecha todo su potencial, el rendimiento puede ir rápidamente cuesta abajo.
Por eso las habilidades de liderazgo son una parte esencial de la dirección de una empresa, ya sea tan grande como Google o tan pequeña como las diminutas startups que están cambiando el mundo ahora mismo. Puedes tener la mayor plantilla del planeta, pero si no sabes cómo dirigirla, no tendrás éxito. En los últimos veinte años, la popularidad de los expertos en coaching de liderazgo se ha disparado, porque los directivos están empezando a darse cuenta por fin del valor de ser un gran mentor.
Esta guía sobre las ramificaciones más graves de un liderazgo deficiente dejará claro por qué todos los propietarios de empresas necesitan aprender a ser pioneros.
1. Disminución de los márgenes de beneficio
Una de las señales más claras de un liderazgo deficiente es que la empresa tenga un rendimiento financiero insuficiente. Esto significa que no cumple los objetivos recomendados y exigidos. Por lo tanto, el problema aquí es que los trabajadores no están lo suficientemente comprometidos con la realización de las cosas; no se preocupan lo suficiente como para dar ese extra de esfuerzo.
Si los niveles de motivación están bajando, dé a los empleados algo por lo que luchar. Introduce un sistema de recompensas, elogia a los que más rinden y fomenta relaciones más sólidas entre los miembros del equipo.
2. Mala comunicación
Es absolutamente vital que existan conexiones claras y lógicas entre los jefes de departamento y sus trabajadores. Debe haber una forma fácil para que los empleados obtengan ayuda, busquen consejo, hagan preguntas y planteen sus preocupaciones. Si no se proporciona este acceso, no sólo los trabajadores sentirán que la dirección no se preocupa lo suficiente, sino que no habrá un líder que impulse el rendimiento y empuje al equipo en la dirección correcta. Asegúrese de que sus empleados sepan siempre dónde encontrarle y cómo puede ayudarles.
3. Reducción de la moral y el espíritu de equipo
Un liderazgo deficiente se traduce rápidamente en una disminución de la moral, porque los empleados empiezan a sentirse perdidos y a la deriva de los objetivos de la empresa. Un buen líder está siempre a mano para reforzar los comportamientos positivos y ofrecer una crítica constructiva sobre los que no son tan valiosos. Además, un líder fuerte no tiene miedo de los errores; sabe que los errores y deslices no significan necesariamente que un empleado no sea útil. Consideran que su trabajo es moldear y enseñar, para prevenir futuros errores con el aprendizaje, en lugar de con frías sanciones y castigos.
4. Una rotación poco saludable
Si un liderazgo deficiente se convierte en un problema persistente, es probable que se produzca un aumento de la rotación de personal. Los empleados que no se sienten motivados y no están contentos con sus puestos suelen empezar a buscar otros nuevos. Cuando abandonan el barco, se intensifican aún más los problemas financieros de la empresa y, a veces, se inicia una espiral descendente que la hunde. Por tanto, no es exagerado decir que un buen liderazgo es algo que puede salvar a una empresa de la ruina y la devastación financiera futuras.
Para llevar: Por qué los cursos de liderazgo profesional son la elección correcta
Incluso los directivos con mucha experiencia pueden aprender mucho de los programas profesionales de liderazgo y los cursos de enseñanza. Estos recursos cuidadosamente elaborados se basan en sólidos conocimientos psicológicos y de comportamiento, por lo que ofrecen una visión de la mente de sus trabajadores. Esto es esencial, porque mantener a los empleados contentos sólo es posible si se conoce lo que les motiva.
Para ser un gran líder, se necesita empatía y comprensión tanto como ambición. Sé tú mismo.